La herramienta TRACKER combina indicadores de monitoreo clínico de SARS-CoV-2, basados en aguas residuales indirectas, indicadores de epidemiología y herramientas predictivas basadas en datos de movilidad, socioeconómicos y meteorológicos para facilitar la gestión de la pandemia para las autoridades de salud pública.

La predicción de posibles casos de COVID-19 en un área determinada es posible combinando epidemiología, información y niveles de SARS-CoV-2 en las aguas residuales, como se demostró durante el proyecto COVID WATER desarrollado por FACSA. Este sistema ya está integrado en la plataforma basada en GIS que ha sido comercializado en más de 50 municipios durante 2020 (plataforma COVIDWATER). La implementación de los bloques predictivos en TRACKER mejorará la primera versión de la plataforma gracias al análisis de inteligencia artificial de los datos recopilados de movilidad, socioeconomía y meteorología en las áreas de estudio. La integración de estos tres módulos en TRACKER dará como resultado un sistema innovador en la lucha contra COVID-19. Además, la plataforma se adaptará para otras variantes y patógenos de interés que se pueden rastrear a través de aguas residuales, contribuyendo a la prevención y gestión de futuras pandemias. Por todo ello cabe destacar el papel de TRACKER en 2021 para realizar el seguimiento de los programas de vacunación y su eficacia.