La crisis hídrica amenaza con convertirse en uno de los grandes condicionantes del desarrollo económico y social de la península a medio plazo. Un escenario que, según las voces expertas, todavía puede mitigarse si se actúa desde ahora, pero que exige una planificación sólida por parte de las administraciones y una financiación estable que garantice la seguridad hídrica.
Con este mensaje participó Facsa en el IV Foro Económico de la Comunitat Valenciana, organizado por EL ESPAÑOL en colaboración con Invertia y Disruptores. El director general de la compañía, Jose Claramonte, advirtió de que “necesitamos inversión y financiación estable para tener seguridad hídrica”, subrayando que la falta de acción hoy tendrá un coste económico y social mucho mayor en el futuro.
Durante su intervención, Claramonte puso el foco en los resultados del II estudio sobre el impacto de los extremos climáticos elaborado por Facsa, un informe que constata el aumento de fenómenos climáticos extremos como uno de los principales retos del siglo para la gestión del agua. El objetivo del documento, explicó, es “reflejar los impactos de fenómenos extremos cuantificados económicamente” y contribuir a que el agua se mantenga “viva en los foros”, ya que, aunque se asume como un bien esencial, “se trata poco” en el debate público.
El informe aporta datos que refuerzan la urgencia de actuar. Según el estudio, si no se toman medidas, España podría perder en torno al 8% de su PIB en 2050 como consecuencia de la crisis hídrica. “No hacer nada no nos ahorra dinero, al revés”, señaló el director general de Facsa, quien insistió en la necesidad de analizar el impacto económico y adoptar decisiones a tiempo.
Desde su punto de vista, la planificación resulta clave en todos los niveles de la administración. “Hace falta planificación en las autonomías, en los ministerios y en la administración local, es fundamental”, afirmó. El agua, añadió, es un vector transversal en cualquier actividad económica: “Nunca puede faltar. Además del impacto económico, existen tensiones sociales cuando hay escasez”.
Claramonte también lamentó que las inversiones en infraestructuras hidráulicas, especialmente las de medio y largo plazo, se vean a menudo relegadas en los presupuestos públicos. “Se mira a corto plazo”, apuntó, al tiempo que apeló a la concienciación y a la pedagogía, especialmente en el ámbito político. “La sociedad ya asume que para tener seguridad hay que invertir”, recordó.
En este contexto, Jose Claramonte defendió la necesidad de explorar fórmulas de financiación diferentes que permitan desarrollar las infraestructuras necesarias, incluida la participación del sector privado. “Hay unas necesidades y, si se quiere tener seguridad hídrica, hay que invertir”, afirmó, advirtiendo de que la Comunitat Valenciana dispondrá de “mucha menos agua para el estado de bienestar” si no se actúa con anticipación.
El cambio climático fue otro de los ejes de su intervención. “España está en el foco, pero el arco mediterráneo es el de mayor impacto”, señaló, reivindicando que el agua sea un eje estratégico en las políticas de cualquier territorio. “Tenemos planificación, pero nos cuesta ejecutar. Para que no cueste, tenemos que tener una financiación estable a medio y largo plazo”, concluyó.
El IV Foro Económico de la Comunitat Valenciana es un encuentro de gran relevancia impulsado por EL ESPAÑOL, Invertia y Disruptores. El encuentro estuvo presidido por el presidente ejecutivo del periódico, Pedro J. Ramírez, y contó con la participación del nuevo presidente de la Generalitat Valenciana, Juan Francisco Pérez Llorca, entre otros representantes institucionales y empresariales.




